De las Inferiores a Primera: Capacidad, Perseverancia y Simpatía en el Mediocampo Millonario

“También tenemos nuestro día permitido, puede ser una vez por semana o cada diez días. En esos días podemos comer algo frito o algo que nos guste”

Este testimonio no pertenece a un obeso en recuperación de la Clínica Cormillot, del Dr. Ravenna o del programa televisivo Cuestión de peso. Es lo que nos cuenta Matías Abelairas, 23 años, jugador de la Primera División de River Plate. Y agrega, “Alcohol no puedo tomar. Trato de comer pastas, carne, arroz, puré, hidratos de carbono, proteínas y fibras que aportan las frutas. Los mejores alimentos para los deportistas. Toda esa comida que no hace bien pero es rica, las empanadas, las milanesas, las papas fritas, la pizza, la como de vez en cuando”.

Comenzó a jugar a los seis años en el club El fortín de Olavarria. A los trece años, luego de ser observado por directivos de River, se incorporó a la institución jugando en la novena división hasta debutar en la Primera, el 3 de junio del 2004 frente a Racing Club de Avellaneda.

La adolescencia del jugador no fue, en cuanto a entretenimiento y diversión, la más habitual, “Sin dudas la profesión demanda mucho tiempo, no sólo de entrenamiento sino que cuando no entrenás tenés que descansar, alimentarte bien, no salir de noche, son cosas que uno tiene que sacrificar. La noche no va de la mano con la profesión. No tuve la vida normal que tuvieron todos los adolescentes”.

En el campo de juego Matías es un mediocampista, rol que el jugador describe así “tiene que correr mucho, es el puesto que tiene que cumplir más funciones, defender, recuperar la pelota y también tiene que tener gol. Es uno de los puestos más exigentes”. Su jugador favorito es Andrés D ‘ Alessandro, “Lo admiro porque fui alcanza pelotas de él cuando estaba en River (en este momento juega en San Lorenzo) y me gusta mucho cómo juega y la personalidad que tiene”.

Matías comenta que él se plantea los sueños a corto plazo, “algunos ya los cumplí, debutar en la primera de River, salir campeón. El próximo sería seguir mi carrera en Europa, seguramente se me va a dar en un año, año y medio. Es una meta muy importante para cualquier futbolista. Cuando se da, hay que aprovecharla. Es un desafío que todos queremos que se nos presente en algún momento de la vida. Obviamente hay que resignar muchas cosas, irte a otro país, con otra cultura, con otros compañeros. Sería como empezar de nuevo otra carrera futbolística. Los equipos que más me gustan son el Real Madrid o el Barcelona. Sería muy lindo. Por el momento quiero seguir jugando en River.”

Por otro lado, al momento de preguntarle con qué equipo ideal le gustaría jugar, afirma sin dudarlo, “me gustaría jugar en la Selección, con los jugadores que hay en este momento. Todos son grandes figuras y sería otro sueño representar a mi país”.

En el plano individual, continúa imaginando su futuro y afirma, “tengo una familia bárbara y me gustaría tener hijos, estar bien con una persona, formar una familia también”. En honor a varios de sus integrantes, los lleva tatuados en su antebrazo derecho. La sigla es AMEY: Abuelos, Marisa, su mamá, Enrique, el papá y Yamila, la hermana.

¿Qué haría Matías si no fuese futbolista o tal vez, cuando finalice su carrera?, “Me gusta el periodismo. En algún momento de mi vida lo voy a hacer porque me gusta”. Y remata de zurda, “Sin dudas, sería periodista”.