Feliz Cumpleaños – Bon Anniversaire
Como un gran bebé de metal, ladrillo y cemento, se alimenta todos los días con bocados de eucaliptus y quebracho colorado. Su corazón es de fuego. Y calienta de manera exacta la masa de los mejores panes de Buenos Aires. Los de L´épi. Una panadería de barrio a cargo de sus dueños: dos señores panaderos, pasteleros y franceses que adoptaron y fueron adoptados por Argentina. Se trata de Bruno Gillot y Olivier Hanocq.
Pero ellos no son los protagonistas en esta oportunidad. Es el horno ubicado en Roseti 1769 de Villa Ortúzar, en Capital Federal. Centro de atención para turistas, asiduos concurrentes y adoradores del pan que piden conocerlo, con encantadora curiosidad infantil, cada vez que se acercan a la boulangerie.
La cálida máquina de seis metros de diámetro, fue declarada patrimonio histórico y cultural de Buenos Aires, en 2008. Y a fines de agosto cumple 100 años que festejará, casi como todo anfitrión en su día, trabajando y brindando lo mejor de sí mismo. Panes crujientes a base de masa madre y germen de trigo. Preparará productos muy especiales en canastos de mimbre y tela de algodón, con bollos de pan de campo, otros de miel y especias y croûtes de parmesano.
Será un gran día de festejos y habría que preguntarse si se le cantará el clásico Feliz Cumpleaños. Muy probablemente. Y tal vez en español y en francés. Y el cálido corazón de metal, que devuelve cada día panes perfectos, cocidos a temperatura decreciente de 250º a 180º será, con merecida justicia, el protagonista absoluto de este lugar, centro de placer y hacedor del uno de los alimentos más antiguos y nobles del mundo: el pan nuestro de cada día.
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best regards
Frédéric