Venezuela en Buenos Aires
Javier León Trujillo, nacido en Mérida y cocinero egresado del IAG, afirma que los platos más característicos de la comida venezolana son las arepas, los tequeños, el pabellón criollo, las empanadas de maíz, la sopa, el asado negro y muchos otros a base de pescados y mariscos.
El chef, alma mater del restaurante a puertas cerradas, “Arepita de manteca” cocinaba desde niño junto con su madre, los típicos platos de la zona de los andina. Todavía no existía la formación profesional en gastronomía y cuando vio la oportunidad, no dudó en profesionalizarse en Argentina. Trabajó en varios restaurantes, algunos de renombre y otros no tanto. Pero de todos aprendió y tomó el impulso para, junto con su socia en la vida, Aura Jiménez Barrientos, crearan Arepita: “nuestro emprendimiento es una marca de Venezuela en Argentina. Funcionamos como un servicio de catering para eventos y reuniones. Nos adaptamos a los requerimientos de las personas, vamos a su casa o lugar de reunión y planteamos un menú tradicional y contemporáneo. Adicionalmente, hacemos eventos a puerta cerrada donde recibimos a decenas de personas de todas las nacionalidades y edades para probar un menú especial y la convocatoria es por las redes sociales.”
A Javier también le apasiona el arte. Y lo transmite culinariamente: ”souce painting es el nombre más visceral que le he dado a un pasatiempo que me apasiona y que realizo desde 2005. Estaba trabajando en un restaurante de Venezuela y decidí, un día en que había poca demanda, hacer algo especial para los clientes. El abrebocas sería una pintura hecha en un plato con salsas y la gente lo usaría para untar sus panes. Quedó como un hobbie muy personal que seguí haciendo en Buenos Aires en restaurantes donde decoraba el plato con salsa y hacia una imagen, le sacaba una foto y después le ponía encima los alimentos. El cliente nunca se enteraba que previamente el menú tenía algo dibujado. Finalmente, se me dio por describirlo como una expresión de arte efímero cuyo lienzo son platos y la tinta son salsas comestibles, con un sabor bien definido, hechas con ingredientes premium. La intención es que el público disfrute lo pintado y con un pan borre y deguste el sabor de esas salsas combinadas, con la idea de proporcionarle una memoria gustativa de la imagen -por ejemplo si ve una pintura de Jimmy Hendrix- lo recordará con sabor a remolacha y porotos negros”.
El chef se prepara para hacer lo que más le gusta que es cocinar. Pero a su vez aclara, mientras se coloca el delantal, que el nombre de su pequeño emprendimiento –como él lo llama- es en honor a una canción infantil folklórica, herencia de crianza de madres y abuelas cuyo estribillo era, “arepita de manteca, para mamá que me da la teta, arepita de cebada, para papá que no me da nada.” Y agrega que el primer plato a salir serán unas imperdibles arepas (foto).
www.arepitademanteca.com.ar
Comentarios
MIL GRACIAS, ESTA EXCELENTE EEEEEEE
Besos y FELICES FIESTAS
Antos'
Un beso