El salmón del Evita


El encuentro fue una tarde y
expuse que el leit motiv había sido el
salmón. Ramiro se sonrió (estimo que también se puso contento) y me contó que
el pescado era de criadero y traído de Chile. Se lo cocina con piel, a la
plancha sin teflón, punto babé. Más
aceite y sal marina. Luego agregó que el arroz negro, cuyo sabor me había asombrado
-tal vez porque lo asocié al salvaje y era bien diferente- era un yamani en
tinta de calamar. Además, zucchini con salsa azucarada, peperoncino, anís
especiado, semillas de hinojo, clavo de olor. Y la crema mascarpone con lima,
sal y pimienta. Me describió todo. Ingredientes y procesos que omito aquí. ¿Y? Ahí
me di cuenta que saber más no implicaba comprender la satisfacción de comerlo. En
esa distancia entre la experiencia y las palabras, un abismo a veces, me
interesé más entonces por el creador de esa propuesta gastronómica y de toda la
carta del restaurante desde hace más de siete años.
El chef nació en Apóstoles hace 38 años, cocinó por primera vez a los nueve, observaba a su abuela amasar el pan y cocinarlo en el horno de barro. Agrega que su mamá cocina muy bien pero se entregó a su real pasión que es la docencia y en su casa las ollas están a cargo de su papá, un militar retirado. Ramiro intenta rescatar la comida del litoral y reniega que muchas veces sólo se observa la comida foránea. Otro de sus platos contiene reviro. ¿Qué cosa? Es algo así como la masa de la torta frita molida que los trabajadores del campo comen a la madrugada, antes de comenzar sus tareas, a eso de las cuatro de la mañana! Puede acompañarse con mate cocido y huevo frito. Típico de Brasil, Paraguay, Misiones y Corrientes. La opción que pensó el chef para incluir esta granola guaraní en un plato gourmet es acompañando un pollo relleno, con guarnición de sopa paraguaya de polenta. Creatividad y sincretismo gastronómico.
El cocinero, adherente al slow
food, que estudió en el IAG, en el Gato
Dumas, ahora en New Pastry School y que no para de capacitarse, expresa que en
el restaurante del Museo no se hace política. El edificio era el hogar de
tránsito n° 2, inaugurado el 19 de junio de 1948, cuyo objetivo era “´proteger
socialmente a la mujer que con o sin hijos, estuviera privada accidentalmente
de domicilio por carecer de medios o por alguna razón que así lo condiga”. Pero
en honor a Eva hay dos platos que eran sus preferidos: milanesa al horno –se
propone con papas alimonadas y oleo de mostaza- y frutillas con crema.
El chef nació en Apóstoles hace 38 años, cocinó por primera vez a los nueve, observaba a su abuela amasar el pan y cocinarlo en el horno de barro. Agrega que su mamá cocina muy bien pero se entregó a su real pasión que es la docencia y en su casa las ollas están a cargo de su papá, un militar retirado. Ramiro intenta rescatar la comida del litoral y reniega que muchas veces sólo se observa la comida foránea. Otro de sus platos contiene reviro. ¿Qué cosa? Es algo así como la masa de la torta frita molida que los trabajadores del campo comen a la madrugada, antes de comenzar sus tareas, a eso de las cuatro de la mañana! Puede acompañarse con mate cocido y huevo frito. Típico de Brasil, Paraguay, Misiones y Corrientes. La opción que pensó el chef para incluir esta granola guaraní en un plato gourmet es acompañando un pollo relleno, con guarnición de sopa paraguaya de polenta. Creatividad y sincretismo gastronómico.
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