Ulla Ulla
¿Todo se
relaciona con la comida? A veces, sí. Hasta las situaciones más insólitas como
la adopción de una mascota. Vi su foto cuando estaba amamantando a sus cinco
cachorros. Hermosa. Aunque para muchos, que tuviera más de un año era una
franja desechable o menos deseable para apapachar. A mi no me importaba. Su
pelaje anaranjado y el de sus hijos, negro. Lo pensé bastante. Recién mudados,
todavía varias cajas reinaban en el ambiente y un ser más, por pequeño que fuera…
Además, convivir con el fantasmita peludo de la reciente ida y amada Santina.
Pero alguien dijo por ahí, “el amor después del amor” y vamos entonces. Fuimos a conocerla pronunciando su nombre como
ulla y lo correcto es ula. Es musical y lo asocio con el hula hula de la Polinesia,
aunque nada que ver. Entonces indago de dónde surge ese bautismo y así se
llamaba la abuela de la dueña de la casa en tránsito. “Que lo puedo cambiar”,
me dice pero creo que está bien y que esos enormes ojos verdes amarillos
responden a él y entonces quedará. Me ataca la curiosidad por saber quién y
cómo fue esa mujer que renombró a mi próxima gatita. Era sueca, nació en 1924, se
casó con Jorge Figueroa, un diplomático argentino y se vino a estos pagos. Fue
elegida Santa Lucía que es bastante más que la reina nacional, cantó, actuó y
participó de publicidades acá y allá. Veo fotos y bellísima. Luego enviudó y
volvió a casarse con Otto Kottmeier, cónsul sueco. Su nieta la extraña y Ulla es
gata y mujer y viceversa. Y la bella adoptada no estaba en cualquier lugar a
expensas de su destino. El parto la sorprendió en Arcor y allí dio a la luz a sus negras crías.
Si, esa que elabora galletitas, mermeladas, alfajores y tantos productos más. No fue destinataria de amor. Más bien todo lo contrario. Una empleada escuchó a “los
de seguridad”, término equívoco si lo hay en este caso, que el plan era fumigar
el siguiente fin de semana para matar a los recién nacidos y, como efecto secundario y deseado,
que la gata madre huyera del predio. Esos oídos accionaron el plan salvataje
que incluyó una caja de cartón, transporte y lugar de guarda hasta la adopción.
Chau fábrica, chau muerte. Ulla come mucho. Alimento Proplan para bebés. Porque
tiene más nutrientes y acaba de amamantar a sus hijos y a uno más que estaba
guacho y que la transformó en nodriza. También se autoconvoca ante nuestras
comidas cotidianas, asomando su hocico al ras de la mesa. La instamos a que
desista de esa actitud implorante y olfatoria. No siempre tenemos éxito. La
bella sueca cocinaba habitualmente Jansson´s
Frestelse, una de sus recetas
preferidas: papas, cebollas, anchoas, crema, pan rallado, manteca y pimienta. Ulla
mujer y Ulla gata. La primera pasó sus últimos días con la detestable
enfermedad de Alzheimer, reviviendo en su nube días de gloria y hermosura
eterna. Ulla gata y criolla recién comienza su andar por este mundo. Le abrimos la puerta
de nuestra casa, queremos que sea feliz. Casi tuvo una vida de perros.
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