Mc Donald´s - Mc China

Había una vez un hombre llamado Raymond Kroc que visitó el restaurante de los hermanos Dick y Mac Mc Donald, en California, Estados Unidos. Corría el año 1954 y quedó maravillado con el sistema rápido de expender hamburguesas que habían implementado. Se preguntó, ¿por qué no copiar el método? Entonces, en 1955, Ray abría en Illinois, Des Plaines, la primera franquicia del colosal Mc Donald´s.

Con 30.000 locales en más de 100 países, Mc Donald´s es sinónimo de capitalismo, de globalización, de prácticas imitadas y extendidas más allá de cualquier frontera.

Como en toda nueva configuración de mercados, existe una disputa muchas veces silenciada entre valores supranacionales e identidades locales. Poco se puede luchar con vocabularios imponentes e impuestos como Big Mac, Mcnífica, Crispy Grill, Mc Nuggets, Pechuga Honey Mustard o Mc Combo. Es un nuevo idioma universal

Pero a toda acción uniformante, propia de políticas masivas, se le resisten los rasgos de una cultura con modos de hacer propios y particulares.

El eslogan de Mc Donald´s, Me Encanta y la repetición en los modos de consumo debería ser igual acá que en la China. Pero no es así.

En uno de los tantos locales de Beijing es posible encontrar los mismos menúes estándares que en cualquier otro rincón del planeta, combos en promoción, papas fritas, helados soft, atención rápida, limpieza continua y un cuadro a un costado con el crew o empleado del mes. ¿Pero qué es lo diferente? Las prácticas, la infraestructura y la manera de habitar los espacios:

El helado se come antes de las comidas

Los baños en general no cuentan con inodoros, lo más habitual son las antiguas letrinas

Los clientes llevan sus PC y están largas horas en el lugar, mucho más de lo que se tardó en consumir, muchas veces, sólo una gaseosa

Los clientes duermen plácidamente luego de comer. Y a nadie se le ocurriría despertarlos de sus dulces o amargos sueños

Por eso, es importante recordar que las identidades de los pueblos, ciudades y países persisten y resisten.

Y colorín colorado, la franquicia (aunque mínimamente), se ha transformado.

Comentarios

Leandro Torres ha dicho que…
Me pareció muy interesante ver como la globalización hace una década era un sinónimo de uniformidad y como a través de las identidades culturales de los pueblos, la uniformidad tuvo su resistencia para seguir preservando su particular diferencia. Muy bueno el artículo. Leandro
Anónimo ha dicho que…
Me interesó el perfil de tu blog, por afinidad profesional. En cuanto al artículo de los fast food, creo que la adaptabilidad de las franquicias es parte del funcionamiento del negocio internacional.
Si bien se adaptan debemos ver que los clientes también se amoldan al servicio o producto. Día a día modificamos nuestros hábitos en función de todo ello.
Escuchamos nuestra música en el mp3 mientras caminamos, vemos cine en casa, hacemos gimnasia y no somos deportistas, comemos productos light y no estamos enfermos, comemos rápido y no estamos apurados, "una actividad" puede ser escuchar radio/chatear/hablar por el móvil y ya no nos sentamos junto al teléfono de línea para conversar, para eso están el mail, sms, myspace, el móvil, el blog, skype, el chat, el blackberry, el ephone...
Y todo es posible gracias a las estrategias de comunicación de las compañías con una logística sofisticada casi infalible para productos y servicios que si no los necesitamos no importa, luego nos resultarán imprescindibles. Por ejemplo, mi PC, es mi electrodoméstico predilecto.
Por eso ahora se asiste a la propuesta de la vida slow, que no comparto.
"Andando rápido se llega antes", le dije astutamente una vez a una novia. Y ella me espetó: "Pero yendo despacio se llega más lejos".
Casi un dilema filosófico. Buen provecho y que disfruten.
hugo mouján

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