Detrás de las burbujas Cruzat


“No vayas a poner champagne porque te mato, poné espumoso”. Eso dice Pedro Rosell, tal vez, la persona que más sabe de espumantes en Argentina. Aunque él, con su humildad dice, “en el reino de los ciegos, el tuerto es rey”. Pedro probó el espumoso por primera vez -por culpa o gracias a su abuelaCaridad- a los 5 años, durante una Navidad. Y siguió en ese camino pero como elaborador de bebidas. A los 8 años, despuntaba el vicio elaborando licor de naranja que compartía con sus compañeritos de escuela.
Mucha agua ha corrido bajo el puente y -desde esos momentos hasta la fecha- es enólogo, se recibió de Licenciado en Agronomía, ganó una beca para estudiar en Francia, fue docente y asesora a múltiples bodegas nacionales e internacionales. Ahora, junto con Cristian Allamand está a cargo de la elaboración del espumante de Bodegas Cruzat en Luján de Cuyo, Mendoza. Es importante saber que esto es sólo la descripción fría de parte de su Currículum Vitae. Pero lo más importante, para algunos, son aquellos datos que exceden los formalismos. Uno de ellos es la pasión con que Pedro se mueve entre los tanques metálicos construidos y diseñados especialmente a pedido de la bodega. Los mismos que, ni bien instalados una mañana próxima a la inauguración de la bodega, en febrero del 2004, volaron por el aire esa misma tarde, gracias a un tremendo huracán con granizo. “Los levantamos y a los dos días, a pesar del desastre, empezamos la cosecha”. El enólogo se encarga de buscar las copas, invita a la degustación de los vinos base y comenta las diferencias entre los Pinot noir provenientes de distintas fincas cercanas. Y parece un chico jugando, disfrutando de la transformación de esas cepas que mutarán en uno de los mejores espumosos del país, en sus tres variedades: Nature, Brut o Rosé.
Para Pedro, “el champagne es una bebida alegre”. Y agrega, “lo más importante en la vida es el optimismo. En mi caso hace 46 años que estoy casado con Cecilia, que es muy jovial y sin ella no hubiera hecho todo lo que hice. Hay que ser generoso y transmitir todo lo que se sabe, sino, no sirve de nada. Cuando entré acá les dije, “yo estoy más cerca del arpa que de este lado y ahí me dijeron si necesitaba a alguien más. Propuse a Cristian con quien hace 14 años que trabajo y seguramente me va a reemplazar”
A su vez, con una mezcla perfecta entre pasión por lo que se hace y una gran dosis didáctica explica, “el champagne tarda 4 años en hacerse, dos años en tanque y dos años en botella, es siempre una inversión a largo plazo” El método que utiliza la bodega es el tradicional o champenoise. Y una vez más, con un gran sentido del humor Pedro Rosell comenta “Uno de los enemigos del espumante es la luz. Es mentira cuando en una publicidad aparece un tipo tomando champagne en la playa bajo el sol y con una rubia espectacular. No sirve. Los rayos ultravioletas atentan contra esa bebida. Tiene que ser de noche, en una carpa negra, con una mujer negra (y se ríe). Cuanta menos luz, mejor. Nosotros usamos luces de sodio. En poco tiempo, los rayos deforman al espumoso. Es la enfermedad de la luz. Y hay que evitarla”. Lo que es seguro que la luz se ha hecho en otro sentido. Otro éxito llegó para Cruzat. La bodega argentino-chilena fue distinguida por la edición 2009 de “Viñas, Bodegas & Vinos de Argentina” por sus espumantes premium Cruzat Larraín Brut y Rosé que fueron elegidos entre los mejores 69 vinos del país. Pero aún así, Pedro seguramente seguirá insistiendo con el refrán “en el reino de los ciegos, el tuerto es rey”.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola, cai en tu blog de casualidad. como muchas cosas que pasan en la vida!me encanta las notas y tu forma de trabajo! que tengas mucha suerte!
saludos, Juan Cruz

Entradas populares