Entre agua y tulipanes


Iñaki descubrió los Países Bajos hace cinco años, cuando debutó como Principal Guest Dancer del Het Nationale Ballet. Hacia la capital de Holanda regresa siempre porque se enamoró de los canales que la atraviesan (datan de la Edad Media). También, claro, sus visitas incluyen paseos por los miles de kilómetros de carriles para bicicletas y visitas al Mercado Flotante de Flores.

Todo el mundo se refiere al país de los tulipanes, suecos, canales, bicicletas, molinos y el de la princesa argentina, Máxima, como Holanda. Pero su denominación correcta, como se le debería llamar, es Países Bajos. No importa. El bello territorio, tal como su verdadero nombre lo indica, está conformado por tierras debajo o al mismo nivel del mar.
Hacia allí viajó Iñaki Urlezaga, platense y uno de los mejores bailarines argentinos. Y lo hace con cierta frecuencia: “soy el Principal Guest Dancer del Het Nationale Ballet de Holanda desde 2005. La primera vez fui a bailar para una de las producciones que el teatro realiza y a partir de allí, empecé a disfrutar de ese país, al que vuelvo una y otra vez porque me encanta”.
La capital, Amsterdam, tiene cientos de puentes, diques y canales construídos en la Edad Media, que invitan a fascinantes paseos en lanchas o barcos que parten desde la Estación Central, desde Rijksmuseum o bien Damrak: “Lo que más me llama son esos canales divinos. Varias veces simplemente me senté a su lado a ver pasar el tiempo”, cuenta.
Pero eso no es todo. Para los amantes de la pintura, resultan imperdibles los museos de Rembrandt -construido en 1606- o el del impresionista Vincent Van Gogh, que también ofrece al visitante obras de Monet y Gauguin.
Otro clásico del país de los zapatitos zuecos son las bicicletas. Es uno de los medios de transporte más utilizados porque se pueden alquilar por €15 euros diarios y es la forma más práctica de moverse. Iñaki confirma: “Me compré una, son livianísimas, desarmables… ni lo dudé y me la traje para Argentina. Además andar allá es un placer porque es todo distinto, muy prolijo, ordenado. No avasallan al otro, hay mucho respeto. Me encanta el orden que tiene esa sociedad”.”
Es característico de Holanda el cultivo de flores, sobre todo los tulipanes. Hay una gran producción en el Mercado Flotante, que funciona desde 1862 y que puede visitarse durante todo el año, justo en el lado sur del Canal Singel. Pero existen otras curiosidades: para los amantes de la cerveza, la fábrica de Heineken; los interesados se enterarán que el país es el mayor exportador de cacao del mundo o que tiene en su haber la invención de un paraguas resistente al viento (sí, funciona). Otro lugar imperdible para visitar es la Casa de Ana Frank, inaugurada en 1960. El museo rememora el escondite en donde esa familia judía se ocultó de las fuerzas nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Después de enumerar los productos que adquirió durante el shopping (candelabros, ropa, artesanías, un poco de todo), Iñaki sugiere “de día visitar los museos, las ferias de arte, recorrer los canales, sentarse en los parques al sol. Lo ideal es hacer todo el recorrido en bicicleta porque hay unos paisajes hermosos. A la noche, salir a bailar, a tomar algo con amigos, al cine, al teatro, a comer: La verdad es que la ciudad te ofrece todo”, e incluso se atreve a más al afirmar que “los quesos y los panes son mejores que los franceses”. Como es vegetariano, para ir a comer recomienda el restaurante La Casa de David, donde “son increíbles las pastas, los arroces y los vinos que se degustan ahí”.
Después de la ajetreada gira con motivo del Bicentenario que lo llevó a la lejana China, quién sabe si este año pueda volver a montarse en su bici y pasear por callecitas empedradas que lo cautivan, en Amsterdam

(nota publicada en Revista Luz - Viajes)

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