Arte&Gula


La muestra se llamó Gula y lejos de recrear imágenes a lo Botero, la propuesta remite a bacanales en donde el exceso no está en los volúmenes corporales sino en la densidad de los colores, la contundencia de los cuerpos, de la fruta y de la comida. Una estética particular.

“No está tan lejos el deseo sexual del gastronómico.” Esta afirmación corresponde al artista plástico Gabriel Perrone y alude a su última muestra de 10 óleos de gran tamaño, realizada en la Galería Holz de Buenos Aires. Y continúa, “hay cierta ironía en el deseo, en la atracción carnal y tiene que ver con el instinto humano y lo básico del hombre. No está tan lejos el deseo de comer jamón con tocar una teta. En definitiva, son cosas que satisfacen los sentidos primarios. Mi hijo Juan representa a Baco, con morrones, mucho rojo, uvas, pies, manteca”. Y agrega “mis cuadros no son eróticos, son sensuales, pero hay un exceso en la fruta, en el color, mucho rojo, naranja, amarillo. “
Gula es la tercera muestra del pintor que estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano y luego de trabajar en el ámbito empresarial, retomó los pinceles hace diez años. Las exposiciones se iniciaron en 2004 y el apoyo de toda la familia fue y es fundamental para que la pintura tenga su tiempo y espacio en la rutina diaria: “me apoyan muchísimo mis dos hijos y mi mujer. Me empujan cuando me ven cansado y me incentivan a pintar. Mi sostén económico es mi trabajo en la gerencia de una industria textil, aunque siempre está en la fantasía vivir de mis cuadros.” Y en relación con la tan mentada frase “por amor al arte”, Gabriel Perrone asegura: “en mi segunda muestra, Carnaval Veneciano, realizada en el Faena Art District me fue muy bien y eso se traduce en vender. También es tener buenas críticas, trascender los halagos. Pero si minimizara la venta estaría mintiendo. Quedaría mejor diciendo que no me importa, pero no es así, da una sensación especial. Es algo que hiciste con placer y sacrificio y hay gente que paga para tener esa obra en su casa. Da una satisfacción muy particular.” Y retoma el tema de los deseos que encarnó también a través de la serie “Faunos”, su primera muestra en la Galería Isidro Miranda de San Telmo: “son una metáfora de la ironía del deseo, el fauno es ese ser de fantasía entre un semidiós, un animal y una bestia.”
El proceso creativo no se detiene. Y a la par de los cuadros que crea, también pinta y recupera muebles antiguos, especialmente cómodas: “los motivos los elijo yo. Si me piden un paisaje o algo abstracto, no puedo, no lo hago. Definitivamente no es lo mío. Puedo negociar la paleta pero no los motivos. El punto de mis pinturas es el ser humano, la persona, el cuerpo, me gustan muchos los pies de una mujer, me parecen muy sensuales. Estoy haciendo una serie en carbonilla, sin traicionarme porque el tema sigue siendo el desnudo. Soy de ponerle título a las cosas, necesito un rótulo para empezar, aunque después me desvíe. Me parecía piola la simbología entre el cuerpo y la comida y de movida pensé en Gula.”
Y el artista sigue contando que hay múltiples temas que lo movilizan para la creación: la ópera, el circo o cuestiones políticas y menciona a Daniel Santoro. Y no se agota allí el caudal de deseos del pintor que se autodefine como un buen cocinero: “me gustaría tener un restaurante, no hay nada más lindo que dar de comer a la gente.” Otro ámbito en donde el pintor podrá seguramente desplegar su obsesión por la composición básica del hombre: deseo, sexo y comida.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola Ana: Me gustó mucho la nota,es intersante lo de la "Gula".
besos. Marita

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