Comer en el campo


Peppino Luongo: una propuesta gastronómica en la que vale la pena incursionar. Anímese a la aventura, busque, deguste y disfrute de los sabores, del entorno y piérdase un poco en la cercana pampa húmeda.

El nombre
En un viaje de placer que hizo en 2000 a Europa, Diego Capri, dueño y chef del restaurante, conoció en las montañas de un minúsculo pueblo de Sicilia, Italia a Peppino Luongo, un anciano amigo de toda la vida de su adorada abuela Carmela. Cuando pensó qué nombre ponerle a su emprendimiento, rememoró ese encuentro y no halló ninguno mejor.
El lugar. Vaya a Olavarría o vaya a Azul, ambas ciudades en el sur de la provincia de Buenos Aires, a 345kms aproximadamente de Capital Federal. Pero en realidad deberá acercarse a Sierras Bayas, en el medio de ambas, más específicamente paraje Bella Vista y con un plano simple y a modo de aventura, de búsqueda del tesoro, llegará al restaurante. En el medio del campo. Saliendo de la ruta por un camino empedrado, con firmes alambrados a ambos lados del recorrido. Un lugar casi virgen pero con todas las comodidades de un restaurante de Puerto Madero.
La construcción de 300mts cuadrados y preparada para albergar más que cómodamente a 60 comensales, tiene un mix de casa de campo con piedra, madera y la modernidad de los vidrios fijos. En el interior, la mezcla perdura pero hay rincones con objetos de la nona Carmela: ollas, palo de amar, la mesa familiar con el típico cajoncito para los cubiertos, fotos de personalidades olavarrienses como los hermanos Emiliozzi, aparadores antiguos y un rincón con interesantes publicaciones gastronómicas.
El ambiente. Si hace mucho que no escuchaba el término campechano, ése sería el adecuado para definir el estilo y la recepción a los clientes que realizan Diego Capri, el chef o Claudia, su mujer. Es como ir a comer a la casa de esos familiares lejanos que viven en el campo. Pero no debe llevar nada con la excepción de las ganas de disfrutar del menú del día, rodeado de árboles añejos y otros recientes, una incipiente huerta, un sulky que marida perfecto con el entorno a puro verde pasto y el impagable canto de los pájaros como sonido de fondo.
El menú. En Peppino Luongo no hay carta. El chef, además de recibirlo personalmente, le explicará con qué menú se podrá deleitar en cada oportunidad y cómo es elaborado cada plato. A su vez, en ese breve tiempo de espera -en primer lugar y para todo el mundo- degustará una entrada que consiste en jamón crudo con oliva, mayonesa de verdeo fresco, bocadillos de acelga caseros, tortilla, empanadas de carne, de tomate y roquefort y cazuela de mariscos. Luego, la propuesta siempre contempla platos en base a carne vacuna, cerdo, pollo, pescado y pastas caseras. Depende del día se determinará qué se prepara. Se elige por la máxima frescura de los productos en mercado. Las opciones son más que tentadoras: canelones de mariscos cortados a cuchillo, bondiola de cerdo con fruta y canela, bife de chorizo con romero, tomillo y laurel y verduras grilladas, panzottis de salmón ahumado con cebolla confitada, papas rellenas con muzarella, roquefort y perejil y mucho más. Todo maridado con vinos de pequeñas bodegas como González Diez pero también puede elegir un Navarro Correas. De postre, si llega a esa instancia, una exclusiva receta de mousse de chocolate. Para calcular costos en esta incursión gastronómica al campo, deberá abonar $75 la entrada y el plato principal (cualquiera de ellos, a lo que deberá adicionar la bebida y el postre. Importante: hay menú infantil!
Tips: De Lunes a Viernes el restaurante ofrece sus servicios e instalaciones para eventos privados (empresariales y familiares). Los domingos a la tarde, si no llegó al almuerzo, puede acercarse a tomar la merienda.

Peppino Luongo
Dirección: Paraje Bella Vista – Sierras Bayas – Olavarría
Teléfono: (02284) 15589601/15583749
Horario: Viernes y Sábados de 20.30 a 3.00hs – Domingos 12.30 a 20.30hs
Tarjetas: Sólo efectivo
e-mail: peppinoluongo@live.com.ar
http://www.facebook.com/people/Peppino-Luongo

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