Choripán irlandés
Dublín es la
capital de Irlanda desde la Edad Media. Tiene poco más de un millón de
habitantes, la neblina es una compañía casi cotidiana y la lluvia muy frecuente.
Allí, en esa ciudad tranquila, en donde los habitantes son fanáticos de la
cerveza Guinness y de las papas fritas.
Allí, donde el desayuno habitual es café con leche, panceta, huevo, morcilla y
porotos se puede comer un choripán al paso. O un vacipan, lomito, hamburguesa o
bondiola. Al estilo y con recetas argentinas. El puesto se llama “Argentino
Grill” y su dueño y mentor es Juan Pablo Gelis, de Quilmes: “llegué en 2000 con
el objetivo de perfeccionar mi inglés. Soy cinematógrafo y fotógrafo pero mi
primer trabajo fue en un hotel. Siempre tuve la idea de un proyecto
gastronómico pero no era mi mundo, no sabía nada, ni tenía contactos, ni
manejaba bien el idioma”. Hasta que en 2010 ese sueño se vio plasmado. “Lo
inauguré el 17 de junio, fue durante el mundial, ese día jugó Argentina con Corea
del Sur. Ganamos y muchos argentinos residentes acá vinieron a comer”, relata
Juan quien aún no sabe por qué sigue eligiendo esa pintoresca ciudad para
vivir. El emprendedor cuenta que le resulta fácil conseguir los insumos, que
hay muy buena carne, que le dio a un carnicero conocido la receta para que le
hiciera los chorizos exactamente como él quería. Y lo mismo hace con el pan,
solicita a una panadería especialmente la ciabatta,
ningún otro. Porque si bien la propuesta gastronómica es simple y acotada, los
sándwiches al paso tienen una clara intención gourmet: cuatro salsas a
elección, chimichurri, criolla, aioli y dulce de moras para la bondiola. Se
acompaña también con rúcula, cebollas caramelizadas y gaseosas, línea Coca
Cola. El alcohol sólo se permite en eventos privados y el vino elegido, en esos
casos, es de la bodega Trapiche.
“Argentino Grill”
es una parrilla móvil de PVC, diseño con el típico fileteado porteño y que
requirió una inversión inicial de 12.000 euros. Que se traslada en una Van y se arma en 40 minutos para
festivales de música, agrarios, maratones y todo tipo de eventos públicos. También
se contratan los servicios para casamientos, cumpleaños, fiestas de egresados o
celebraciones en la embajada argentina. El objetivo de Juan es lograr un puesto
fijo en algún sector de mercados u oficinas para brindar almuerzos de manera
permanente. Tiene todas las habilitaciones de bromatología que se requieren y
la cocción, por el momento, es a gas, lejos de las brasas de leña o carbón.
Pero hacia allí se orientan sus proyectos, ampliar el menú a varios platos
fijos, simples y ofrecer para fiestas privadas una cocción como Dios manda, tomando
como guía espiritual, según cuenta el emprendedor, el libro “Siete Fuegos” de
Francis Mallmann.
Los clientes de la
parrilla móvil son mayormente hombres de más de treinta años. Se le suman turistas
de todas partes del mundo que conocen la fama de la carne argentina y muchas familias
que durante los fines de semana quieren probar el famoso choripán por 5 euros
más 2 de bebida. Aunque a decir verdad, la opción más vendida es el vacío.
Por eso, si va a
esa pacífica y apacible ciudad, fundada por los vikingos en 841 y siente nostalgia
por los típicos productos de los carritos de la costanera norte o sur de Buenos
Aires o los hechos en su propia parrilla, no dude en buscar “Argentino Grill” y
festeje a la distancia!
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